#wearecmz: Iñaki

03/11/2021

Iñaki vio en sus padres el claro ejemplo de lo que la palabra compromiso significa. Ellos se dedicaban en cuerpo y alma a la empresa, un CMZ que poco o nada tiene que ver con el de ahora. Cuando era pequeño, muchas tardes después del colegio se perdía entre los pasillos con su hermano Aitor. Nadie hubiese imaginado que esos dos niños acabarían convirtiendo ese negocio en una empresa líder en la fabricación de tornos que envía cada día un promedio de 3 máquinas a sus clientes, da de comer a más de 350 personas en 5 países europeos y sigue creciendo como la espuma. Iñaki Zumarraga cree que el grado de compromiso y profesionalidad han sido detonantes clave en esa evolución vertiginosa que vive CMZ. Hoy comparte con nosotros las que a su juicio son las claves del éxito.

Profesionalidad a todos los niveles

En CMZ no hay trabajos de segunda. Solo el desempeño coordinado y responsable de cada miembro del equipo permite que el resultado sea óptimo. Esta filosofía la mama cada empleado desde que aterriza en cualquier departamento. Iñaki valora muy positivamente la profesionalidad del equipo y las ganas y dedicación que se palpa en todos los niveles y escalafones de la empresa. La compañía está experimentando una evolución significativa en cuanto a su capacidad productiva. Este crecimiento va de la mano de un aumento del equipo humano en todas las áreas: producción, mantenimiento, electrónica…

No hay fórmulas ni recetas mágicas. Sin embargo, la baja rotación de la empresa con una antigüedad promedio de 10 años hace que el know how permanezca dentro de la misma conformándose como un factor básico para el desarrollo tecnológico.

Día a día

Iñaki suele ser de los primeros en llegar y el último en marcharse. Además de la evidente implicación en la toma de decisiones le gusta meterse en el barro y conocer de primera mano el transcurrir diario de la empresa. No es raro verle en medio de una carga de máquina o participando de forma activa en la fase de diseño de alguno de los componentes de la máquina. Todo se basa en el compromiso con los clientes, con los trabajadores y con uno mismo.

A pesar de las dimensiones que CMZ ha adquirido su origen es 100% familiar. Iñaki, Aitor y los trabajadores más fieles que llevan colaborando con ellos desde sus inicios han hecho suyos los valores de disciplina y esfuerzo.

El plan estratégico esboza el camino que con paso firme pretende seguirse. Todo ello solo será posible metiendo en la coctelera todos los ingredientes de los que Iñaki nos habla: profesionalidad, conocimiento, compromiso y dedicación. Nos pueden las ganas de seguir escribiendo hito a hito la historia de CMZ. ¡Allá vamos!